Un día te levantas, te miras al espejo, y te das cuenta de que has perdido el control del barco de tu vida, que navegas a la deriva entre un absurdo mar de ideas locas.
Y caminas, una y otra vez, sobre la pasarela, desafiando la gravedad, sabiendo que corres el riesgo de caer y no volver a flote, pero sigues allí, mirando a la profunda oscuridad directamente a los ojos.
Y es que tienes mil razones para tirarte al vacío, y dejarte arrastrar por la marea…Pero siempre encuentras mil y una para quedarte sobre la pasarela y luchar por recuperar todo lo que una vez fue sólo tuyo.
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